Johnson Controls impulsa la expansión del sistema de energía urbana de False Creek con bombas de calor de alta eficiencia

Madrid, 27 de noviembre de 2025 – Johnson Controls, líder mundial en edificios inteligentes, saludables y sostenibles, ha contribuido a la ampliación del sistema de energía urbana del barrio de False Creek, en Vancouver, mediante la instalación de dos bombas de calor centrífugas YORK® CYK de última generación. Estos equipos permiten recuperar el calor presente en las aguas residuales y transformarlo en energía térmica limpia para dar servicio a cerca de 650.000 metros cuadrados de espacios residenciales, académicos y públicos.

Con esta actualización, la capacidad del Neighborhood Energy Utility (NEU) se triplica, alcanzando eficiencias superiores al 300%, lo que significa que genera tres veces más energía de la que consume. El sistema suministra ahora calefacción baja en carbono a más de 10.000 residentes, así como a la Emily Carr University, al Creekside Community Centre y a numerosos comercios del distrito. La ampliación respaldará el objetivo de la ciudad de Vancouver de ofrecer energía térmica competitiva y con bajas emisiones. En conjunto, las bombas ya instaladas y las nuevas permitirán reducir hasta 7.000 toneladas de CO₂ al año.

“Las bombas de calor están revelando el potencial energético oculto en procesos cotidianos, desde aguas residuales hasta subproductos industriales”, afirma Katie McGinty, vicepresidenta y directora de Sostenibilidad y Relaciones Externas de Johnson Controls. “Convertir ese calor residual en energía limpia y fiable demuestra que la acción climática puede ir de la mano de la competitividad y la resiliencia urbana. Este proyecto es un buen ejemplo de cómo aprovechar lo que ya existe para reducir costes, bajar emisiones y reforzar la seguridad energética”.

Johnson Controls ha diseñado una solución a medida para poder instalar dos bombas de calor de 3,3 MW en un espacio que originalmente estaba pensado para la mitad de esa potencia, superando así importantes limitaciones técnicas y de espacio. Junto con KWL Engineering Consultants y los contratistas locales, Johnson Controls ha desarrollado un sistema energético de alto rendimiento y muy eficiente en el uso del espacio, que permite aprovechar directamente el calor de las aguas residuales en un entorno urbano.

El sistema, altamente innovador, recupera el calor residual de las aguas residuales municipales cribadas mediante bombas de calor centrífugas CYK de alta temperatura. Estas bombas de calor entregan más de tres unidades de energía térmica por cada unidad de electricidad consumida. Generan agua caliente a unos 68 °C, que se distribuye a los edificios del vecindario a través de una red subterránea. Cada edificio dispone de su propia estación de transferencia de energía, que se encarga de suministrar el calor necesario para la calefacción y el agua caliente sanitaria.

“Cada día se desperdicia una gran cantidad de calor en las tuberías”, explica Derek Pope, director asociado del NEU de False Creek. “Estas bombas de calor nos permiten recuperar esa energía, producir agua caliente con muy alta eficiencia y convertir las aguas residuales en un recurso para la comunidad. Estamos orgullosos de situarnos a la vanguardia en Norteamérica, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y mejorando la eficiencia del sistema”.

Desde 2010, el NEU de False Creek ha sido un referente en el aprovechamiento del calor de las aguas residuales como fuente de energía urbana. Esta nueva ampliación permitirá seguir avanzando hacia el objetivo municipal de operar exclusivamente con energía baja en carbono en 2030.

Johnson Controls cuenta con una larga trayectoria en el desarrollo de bombas de calor y dispone hoy de uno de los portafolios más completos del sector para aplicaciones comerciales, institucionales e industriales. Estas tecnologías están ayudando a organizaciones de todo el mundo, desde grandes fabricantes y hospitales hasta municipios y compañías de servicios públicos, a reducir su impacto ambiental y sus costes operativos. Solo en 2024, las bombas de calor comerciales de la compañía permitieron a sus clientes reducir, de media, un 53% sus gastos en calefacción y un 60% sus emisiones frente a las calderas tradicionales de gas natural.

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