Recientemente se ha viralizado en redes sociales un vídeo donde el artista latino, Maluma, regaña a una fan por asistir con su bebé de un año a uno de sus conciertos. El cantante expuso frente a toda su audiencia que ese no era el lugar para llevar a un niño tan pequeño, defendiendo que lo que a priori puede parecer un plan divertido e inofensivo, puede afectar directamente al bienestar del bebé.
En los conciertos, el sonido puede alcanzar fácilmente los 100 decibelios (dB) e incluso superar los 120 dB, niveles que no son seguros para un bebé. La Dra. Gemma Morera, pediatra y colaboradora de Doctoralia, nos explica por qué y qué riesgos implica su exposición.
Los efectos del ruido en el desarrollo de los más pequeños
La exposición a ruidos fuertes puede tener efectos negativos en el desarrollo, tanto auditivo cómo psicomotor, de un bebé. Siendo algunos de las consecuencias más directas:
- Daño auditivo: La exposición prolongada a ruidos fuertes puede causar daño permanente en la audición de los más pequeños que, a largo plazo, puede desencadenar en problemas del lenguaje.
- Estrés y ansiedad: Los ruidos fuertes pueden causar estrés y ansiedad en los bebés, lo que puede afectar su desarrollo emocional y conductual.
- Alteraciones del sueño: Además, el ruido también tiene efectos sobre el sueño, pudiendo interrumpirlo y afectando a su capacidad para descansar y recuperarse.
¿Cuándo un ruido se considera demasiado fuerte?
El nivel máximo seguro de decibelios para un bebé es un tema de debate. Sin embargo, “se recomienda que no estén expuestos a ruidos que superen los 60-80 decibelios (dB) durante períodos prolongados. En estas situaciones, es importante tener en cuenta tanto la intensidad del ruido cómo la duración del tiempo de exposición.” determina la Dra.Morera.
“Imagina que una conversación normal presenta de media unos 60 dB, un grito o llanto fuerte puede alcanzar los 90dB. En el caso del concierto se parte de un mínimo de más de 100 dB, por lo que se consideraría un contexto de riesgo al que exponer a nuestro bebé” concluye la doctora.
Medidas para proteger la audición de los más pequeños
Para protegerlos ante la posible exposición a ruidos que puedan resultar dañinos para nuestro bebé, la doctora comparte las siguientes recomendaciones:
- Control del ruido periódico: Mantener el volumen bajo de la televisión, de la música o de cualquier aparato que pueda emitir ruidos perjudiciales para su audición cuando el bebé esté cerca.
- Protectores auditivos: En el caso de que el bebé se haya de exponer a ruidos fuertes, deberá ser necesario el uso de protectores auditivos, diseñados especialmente para bebés.
- Dinámicas de control en el hogar: En casa, deberemos mantener también un ambiente relajado, evitando ruidos fuertes o gritos, ya que pueden ser un detonante para alterar y causar estrés a nuestro bebé.