Los gobiernos europeos están aumentando su apoyo para financiar la investigación y el desarrollo, con los Países Bajos anunciando una cifra récord de 60 millones de euros el año pasado y el Reino Unido un centro de investigación de 12 millones de libras en abril
A lo largo de esta última década, la carne cultivada ha dejado de ser un concepto futurista para convertirse en una posible solución a los desafíos de sostenibilidad y seguridad alimentaria que enfrenta el mundo. En el proceso, estos avances científicos y tecnológicos han sido fundamentales para llevar esta innovación a la mesa de los consumidores.
En el décimo aniversario de este logro histórico, The Good Food Institute Europe, la ONG que promueve el avance de las proteínas sostenibles, incluida la carne cultivada, pone en valor algunos de los momentos más significativos, así como los avances notables que se ha visto en el campo de la carne cultivada durante estos diez años:
- España, a la vanguardia de la revolución alimentaria: BioTech Foods, una empresa española, ha iniciado la construcción de su fábrica de carne cultivada en San Sebastián después de recibir una financiación de 5,2 millones de euros del proyecto CULTUREDMEAT, apoyado por la Unión Europea y con una contribución adicional de 3,7 millones de euros del Ministerio de Ciencia español. Además, AgriCultura Celular España ha lanzado sus operaciones como una organización sin ánimo de lucro que cataliza el ecosistema español de la carne cultivada. Estos avances indican que España progresa en la industria de la carne cultivada y se convierte en un eslabón clave del crecimiento global de esta tecnología sostenible.
- Una realidad ya disponible en el mundo: en países como Singapur, muchos consumidores ya tienen la oportunidad de disfrutar de pinchos de pollo cultivado a un precio asequible (aproximadamente €12,74), demostrando que la carne cultivada es una opción cada vez más accesible y tangible para el gran público. Esta tendencia hacia la accesibilidad también se ha visto reflejada en el hecho de que, aunque en sus inicios la producción de carne cultivada, como la hamburguesa original de Mark Post, costaba aproximadamente 250.000 euros, los avances tecnológicos han permitido reducir significativamente los costos, allanando el camino para una mayor adopción y disponibilidad de este innovador producto en el mercado global.
- Innovación continua: empresas pioneras como Meatable han alcanzado logros sorprendentes en la producción de carne cultivada, reduciendo drásticamente el tiempo y los recursos necesarios para su elaboración, logrando producir en tan solo 8 días lo que en el pasado llevaba 2 años. Estos avances están allanando el camino hacia una mayor eficiencia y sostenibilidad en la industria de alimentos.
- Aprobaciones regulatorias: la carne cultivada ha recibido la aprobación de autoridades reguladoras en los Estados Unidos y Singapur. Además, Aleph Farms, una empresa israelí, presentaba hace una semana una solicitud a los reguladores suizos para vender carne cultivada, marcando un hito en la industria en Europa. Esto refleja el creciente reconocimiento de esta tecnología como una alternativa viable a la carne convencional.
- Expansión global: más de 150 empresas y científicos de todo el mundo, con aproximadamente 50 de ellas ubicadas en Europa, se han unido para impulsar la investigación y el desarrollo de la carne cultivada. La colaboración internacional ha llevado a una rápida expansión de esta tecnología en diversos países y regiones. En este sentido, los Países Bajos anunció una cifra récord de 60 millones de euros el año pasado y el Reino Unido comunicó un centro de investigación de 12 millones de libras en abril. A su vez, las compañías europeas de carne cultivada vieron aumentar sus inversiones privadas en un 30% el año pasado, lo que corresponde a 120 millones de euros.
- Beneficios ambientales: estudios científicos han confirmado que la carne cultivada producida con energía renovable podría reducir las emisiones climáticas hasta en un 92%, disminuir la contaminación del aire hasta en un 94% y utilizar hasta un 90% menos de tierra en comparación con la carne convencional.
Por su parte, Richard McGeown, el chef que cocinó la primera hamburguesa de carne cultivada en 2013, expresó que "es increíble pensar que en el corto espacio de una década, la carne cultivada ha pasado de ser un pequeño prototipo en el que trabajé, a convertirse en una industria global y un alimento que la gente puede disfrutar en dos continentes, reconocido y respaldado por chefs de renombre como José Andrés y Dominique Crenn".
Con una visión hacia el futuro, la carne cultivada promete seguir evolucionando y expandiéndose en la próxima década. Los científicos e investigadores continúan explorando nuevas posibilidades para hacer que esta opción sostenible sea aún más accesible para todos.
Acerca de Good Food Institute
El Good Food Institute Europe (GFI) es una organización no gubernamental de carácter internacional que ayuda a construir un sistema alimentario más sostenible, seguro y justo mediante la transformación de la producción de carne.
GFI trabaja con científicos, empresas y responsables políticos para promover la carne cultivada y de origen vegetal, ofreciendo un producto sabroso, asequible y accesible en toda Europa.
Inspirada por la filantropía, GFI emplea sus esfuerzos en reducir el impacto medioambiental de nuestro sistema alimentario, disminuir el riesgo de resistencia a los antibióticos y facilitar el acceso a alimentos de alta calidad utilizando menos recursos. Para obtener más información sobre GFI, puede visitar https://gfieurope.org/
Para solicitar información y concertar entrevistas contacte con:
TEAM LEWIS
Nina Janmaat / Sara Pérez
919 26 62 82 / 919 26 67 10
goodfoodinstituteSP@teamlewis.com
Cronología del sector de la carne cultivada:
1912: El biólogo francés Alexis Carrel crea con éxito la primera línea celular a partir de células del corazón de pollo.
1932: El político británico Winston Churchill, en un ensayo publicado en The Strand imaginando el mundo "Cincuenta años después", escribe: "Escaparemos de la absurdidad de criar un pollo entero solo para comer la pechuga o el ala, cultivando estas partes por separado en un medio adecuado".
1951: El investigador holandés Willem Van Elen asiste a una conferencia sobre conservación de carne, lo que le da una idea que se convertiría en su misión de toda la vida: hacer realidad la carne cultivada. Después de sus experiencias como prisionero de guerra en Indonesia durante la Segunda Guerra Mundial, estaba profundamente preocupado por la seguridad alimentaria y la prevención de la hambruna, así como por el sufrimiento de los animales de granja.
1971: El investigador estadounidense Russel Ross cultiva con éxito fibras musculares fuera de un animal por primera vez. 1991: Se asegura la primera patente para la producción de músculo y grasa cultivados para consumo humano por John F Vein.
2001: Después de años de trabajo para recaudar inversión e investigación dedicada, Van Eelen junto con dos socios aseguran una patente para su proceso de producción de carne cultivada. Paralelamente, la NASA comienza pruebas para cultivar peces dorados y pavos.2005: Se publica el primer artículo revisado por pares sobre carne cultivada.
2013: El primer burger de carne cultivada se crea por Mark Post y su equipo en la Universidad de Maastricht. Se tardó dos años y 250,000 euros en producirlo y fue probado en vivo en televisión por críticos de comida en Londres.2013-2019: Inspiradas por el "prueba de concepto" lograda por el equipo de Post, las empresas de carne cultivada se multiplican por todo el mundo, pasando de cero en 2013 a 156 en 2023. En 10 años, la industria atrae 2.8 mil millones de dólares en inversión privada y logra avances en todas las etapas del proceso de cultivo.
2020: Singapur se convierte en el primer país del mundo en autorizar la venta de carne cultivada.2023: Estados Unidos se convierte en el segundo país en aprobar la venta de carne cultivada. Un pincho de pollo cultivado en Singapur está disponible por tan solo $14, y la empresa holandesa Meatable afirma que puede cultivar una salchicha en solo ocho días.