-Bélgica estuvo a un paso de ganar en 2003 con “Sanomi”, una canción que usaba una lengua inventada expresamente para Eurovisión
-Francés y hebreo cierran el podio de lenguas que más veces han ganado, según el estudio de Preply
La historia del Festival ha acogido momentos únicos, si bien nació como escaparate para mostrar la diversidad cultural europea y fomentar el sentimiento fraternal. Durante más de sesenta años, el certamen nos ha enseñado a chapurrear francés con Celine Dion, entonar hebreo con "A-Ba-Ni-Bi" o recrearnos con el “La, la, la” de Massiel.
Para celebrar esta semana, la plataforma de idiomas Preply ha analizado los idiomas que han formado parte del Festival, confirmando el dominio del inglés y dejándonos datos curiosos, como los curiosos idiomas que alguna vez han intentado llevarse la victoria.
El Festival ha pasado por varias épocas en su normativa respecto al uso de idiomas. Desde 1956 hasta 1966, no existía ninguna norma que limitara el lenguaje en el cual la canción podría ser interpretada. Ese año se implantó la nueva regla en la que se exigía que las canciones debían ser interpretadas en uno de los idiomas oficiales o nacionales del país participante. Estas restricciones se mantuvieron hasta 1973, cuando la norma se levantó y los artistas volvieron a tener la libertad para cantar en el idioma que desearan, lo que propició que ABBA ganase en 1974 con "Waterloo", un hit en inglés. En 1977 se volvió a obligar a usar un lenguaje patrio a los participantes, norma que se levantó finalmente en 1999.
Preply ha elaborado la clasificación de los idiomas más cantados en la historia del Festival de Eurovisión. En general, el podio de las lenguas más cantadas no alberga lugar a sorpresas: la lengua inglesa es la favorita en Eurovisión, con nada menos que 694 participantes. Su uso generalizado ha hecho que muchos países que no tienen el inglés como lengua oficial decidan cantar en este idioma para intentar llegar a todo el continente.
Medalla de plata para el francés, lengua principal en 172 canciones, y bronce para el alemán (94). Fuera del podio quedan el italiano y el español, que, sin embargo, comparten el cuarto puesto (60 canciones). El neerlandés y el portugués también destacan entre los 10 primeros, en quinto y sexto lugar con 59 y 51 canciones, seguidos del griego que, utilizado en 47 canciones, ocupa el séptimo puesto. A continuación aparecen tres lenguas nórdicas: el sueco y el noruego comparten el octavo puesto con 36 canciones, flanqueados por el finés con 33, que comparte el noveno lugar con el hebreo. El danés cierra el Top 10 con 29 temas.
El inglés, inevitablemente, también se confirma como el idioma que más veces ha ganado en Eurovisión, subiendo al podio. De hecho, desde el inicio del concurso hasta la fecha, el inglés ha subido al podio 88 veces, quedando primero en 33 ocasiones, segundo en 34 y tercero en 21. Le siguen en la clasificación el francés, que ha alcanzado las tres primeras posiciones 39 veces, y el alemán, con 13 podios. Completan el Top 5 el italiano y el español, que han ganado medallas de oro, plata y bronce un total de 11 y ocho veces, respectivamente.
A lo largo de los años, el escenario del festival ha acogido canciones cantadas en dialectos y lenguas minoritarias, que han podido así darse a conocer a un vasto público. Malta, por ejemplo, participó por primera vez en Eurovisión en 1971, llevando a Marija una canción en su lengua oficial: el maltés. Lengua semítica poco conocida, el maltés pertenece a la rama afroasiática de las lenguas, pero tiene muchos elementos de las lenguas romances. En 1989, Suiza presentó “Viver senza tei”, una canción en romanche, lengua hablada principalmente en el sur del país.
El Corso, napolitano o una lengia criolla de las Antillas, también han sonado en Eurovisión, que ha sido escenario de tanta creatividad que incluso ha visto pasar lenguas inventadas para la ocasión: en 2003, Bélgica presentó Sanomi, una canción que estuvo a punto de ganar gracias a una lengua inventada, y en 2006, los Países Bajos también presentaron una canción parcialmente en una lengua inventada, Amambanda, del grupo Treble.
Además, el Festival ha mostrado su apuesta por la inclusión con actuaciones que han llevado la lengua de signos al escenario: en 2005 fue gracias a Letonia, en 2006 le tocó el turno a Polonia y en 2011 a Lituania, mientras que en 2015 Serbia llevó la lengua de signos yugoslava.
Si bien España es uno de los países que ha acostumbrado a elegir su lengua para participar en el Festival, en los últimos años artistas como Chanel o Soraya lo han combinado con el inglés, una fórmula cada vez más habitual. Sin embargo, cabe destacar que nuestra lengua también es un reclamo para otras delegaciones, y cada año son varias las candidaturas que incluyen palabras en nuestra lengua, como Rumania, que el año pasado alegró la final con “Llámame” o “El Diablo” que clasificó a Chipre para la final en 2021.
El español se estrenó en el Festival en 1961 con el “Estando contigo” de Conchita Bautista, y en total cuenta con dos victorias y ocho podios en su casillero, ¿conseguirá Blanca Paloma llevar nuestra lengua a lo más alto de nuevo? Lo sabremos este sábado.
Sobre Preply
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